Lechuza de Campanario
(Tyto alba) Las lechuzas están entre las aves mas útiles para el
hombre, pero también son de las mas perseguidas. Se las mata por ignorancia,
por considerarlas de “mal agüero” o por suponer que su presencia es sinónimo de
enfermedad o muerte y se ignora su función como reguladoras de la población de
roedores, muchos de los cuales son plaga de la agricultura y transmisores de
enfermedades.
La
Lechuza de campanario se la reconoce inmediatamente por su gran círculo facial
en forma de corazón, de hábitos nocturnos, posee una vista aguda y oído
sensible, de vuelo sumamente silencioso; solo su chistido casi humano nos hace
levantar la vista para observarla como una mancha blanca en la oscuridad de la
noche.
No
construyen un verdadero nido, se limitan a efectuar la puesta en un lugar
resguardado y bien escondido. La puesta se compone de tres a nueves huevos (en
general entre cuatro y seis) oblongos, ásperos y opacos, que la hembra incuba
durante un periodo de entre treinta a cuarenta días, mientras el macho se ocupa
de alimentarla. Ambos cónyuges prodigan grandes cuidados a su prole que no
empieza a volar hasta transcurridos de nueve a doce semanas de la eclosión de
los huevos.
Roberto E.
Muñoz Falcioni.
Club de
Observadores de Aves de Rawson.
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