sábado, 25 de enero de 2014

Lechuza  de  Campanario
 (Tyto alba) Las lechuzas están entre las aves mas útiles para el hombre, pero también son de las mas perseguidas. Se las mata por ignorancia, por considerarlas de “mal agüero” o por suponer que su presencia es sinónimo de enfermedad o muerte y se ignora su función como reguladoras de la población de roedores, muchos de los cuales son plaga de la agricultura y transmisores de enfermedades.
La Lechuza de campanario se la reconoce inmediatamente por su gran círculo facial en forma de corazón, de hábitos nocturnos, posee una vista aguda y oído sensible, de vuelo sumamente silencioso; solo su chistido casi humano nos hace levantar la vista para observarla como una mancha blanca en la oscuridad de la noche.
No construyen un verdadero nido, se limitan a efectuar la puesta en un lugar resguardado y bien escondido. La puesta se compone de tres a nueves huevos (en general entre cuatro y seis) oblongos, ásperos y opacos, que la hembra incuba durante un periodo de entre treinta a cuarenta días, mientras el macho se ocupa de alimentarla. Ambos cónyuges prodigan grandes cuidados a su prole que no empieza a volar hasta transcurridos de nueve a doce semanas de la eclosión de los huevos.
Roberto E. Muñoz Falcioni.

Club de Observadores de Aves de Rawson.








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